23

viernes, 11 de marzo de 2011

Cada año para el 10 de Marzo dedico un post especial a este día, por ser mi cumpleaños, parte quizás y un poco de mi ego humano, por eso a pocas horas de pasar de este día, les escribo acerca de mis 23.


La verdad es que creo que 23 es un número feo. Demasiado feo, además de que no me gustan los números impares...siempre hay uno que queda solo. Pero igual haberlos cumplido hace algunas horas no fue tan malo, de hecho superaron por mucho al 22 y eso es realmente un alivio.

Muchas personas cruzaron por mi puerta o mi muro, o por una llamada para hacerme saber tantas cosas...algunos más abiertos que otros, unos con más corazón que otros, pero al final todos con alguna emoción agradable hacia mi persona. Eso me hizo sentir muy bien la verdad.

Si, hubo muchas personas que se perdieron de compartir conmigo, muchas personas que probablemente lo olvidaron y muchas personas que brillaron por sus ausencias... pero al final, siempre terminan siendo las mismas personas quienes de alguna manera desaparecen justo un día como hoy, por eso me quieren menos que los demás? No lo sé, es una gran duda...pero¿para qué llorar por quienes no están cuando puedes reir con quienes sí están?

23... quien lo diría, apenas me lo creo, aún cuando desde hace dos semanas ya me confundía a la hora de responder: ¿cuántos años tienes? Por una parte me siento tan vieja, pero por otra es como si estuviera en el climax de una película, dónde lo verdaderamente emocionante y magnifico estuviera a punto de suceder.

Realmente no hubo una gran fiesta o un enorme alboroto, pero me parece que por eso significó un poco más que años anteriores. Porque las personas que realmente querían estar conmigo de alguna manera estuvieron ahí, aún sin verles la cara, porque en pequeños detalles y cuestiones tan sencillas reí y soñé y aún al tener 23 me sentí como una niña de 6.

Para muchos un cumpleaños es un día más cualquiera, para mi representa gran parte de lo que soy, porque sólo por haber nacido, sea el día que sea, para mi será el más especial e importante de los días. Nacer no es casualidad, vivir mucho menos. Por eso, aunque 23 sea un número tan feo, gracias Dios por permitirme poder contar a este número.


0 comentarios: