"No hay momento en que las estrellas brillen más que cuando está a punto de amanecer.."

¿Alguna vez has despertado a mitad de la noche, en la madrugada o simplemente has permanecido despierto hasta esas horas, alzado la vista hacia el cielo y admirado las estrellas? Sino lo has hecho, no sabes de lo que te pierdes.

No existe un momento en que las estrellas muestren mayor esplendor que a pocos minutos de iniciar el amanecer. El cielo se ilumina de tal forma, que nos perdemos entre tantos puntos de luz que en el habitan.

Observaba aquellas luces, aquellos puntos que tanto han inspirado a través del tiempo a tantas personas, y un pensamiento mucho más profundo (o eso creo) llego a mi mente: por qué brillan más cuando están a punto de desaparecer? Y creí tener la respuesta unos instantes después de haber bajado la vista. A mi alrededor todo seguía en oscuridad, el frío azotaba (como es normal en estas épocas) y el silencio se hacia dueño del territorio sin que nadie se enfadara por ello.

Pero resultó ser, que realmente no encontré como explicar lo que supuestamente sabía. Cómo explicar que inmediatamente después de aquel esplendor volverían a ocultarse tras las sombras de la luz del día, cómo explicar que una vida se extinga cuando mejor le ha ido, cómo entender que una vez allá arriba estando en la cúspide del éxito, no nos quede de otra más que volver atrás... al inicio...al estado cero.

Quizás exista una respuesta a todo ello, una explicación aceptable y razonable, algo que sé y pudiera decir, pero no sabría como, ni siquiera por donde empezar. Son de esas cosas que vemos, que observamos, que están ahí, que sentimos, que escuchamos, pero que definitivamente se nos es casi imposible de entender.

Es por ello que a veces, las cosas simplemente no tienen respuestas, a veces, simplemente no existe ese "por qué" tan irritador. A veces, las cosas simplemente son como son, porque tienen que ser así, y nada mas.