La Vida en Perspectiva

martes, 1 de abril de 2008
He aquí el inicio de un nuevo mes, y con ello una nueva actualización a este pequeño espacio.

"La vida en perspectiva" son más que algunos cuentos cortos, que seran publicados cada 15 días.
Cada historia buscará dejar algo en que pensar, plasmar una forma distinta de ver la vida, envolverlos hacia un mundo nuevo, jugar con sus mentes, desplazarlos de la realidad sin la necesidad de moverse de su asiento. Espero que esta nueva seccion, así como los post semanales (que hasta ahora han tenido buena acogida) sean de agrado para ustedes. Luego de esta pequeña introducción los dejo con el primer cuento de la sección. Espero sus comentarios.


“El joven de la sonrisa triste”

Sonreírle todas las mañanas ya era cuestión de rutina. El levantarse en las mañanas, cepillarse los dientes, ir por su taza de café negro y salir en busca del diario, que aquel niño desaliñado dejaba en la puerta todos los días. Era lo mismo salir de su casa andar un par de cuadras y sonreírle al anciano de la quinta esquina.

Era agradable salir y empezar su día regalando una sonrisa, que quizás alguien le devolvería. Porque si había algo que hacia sonreírle a aquel anciano de la quinta, era que siempre devolvía una sonrisa. No como aquellos compañeros de trabajo que apenas ponían caso a un simple saludo, y en cambio lo miraban con aquellos ojos de pena, lastima o repulsión.

Aquella mañana se había levantado, cepillado los dientes, tomado su café y salido por el diario. Sentía que hoy, seria un día diferente, distinto a los demás. Recorrió varias cuadras, las de siempre y justo al doblar para encontrarse en la quinta esquina, frente al café de Don Marcos, encontró el puesto totalmente vacío, con una nota pegada en una caja llena de cosas viejas.

Extrañado, tomo la nota, preguntándose donde se encontraría el viejo, si estaba enfermo o alguien lo había maltratado. Al acercarse se sorprendió de que estuviera dirigida a “el amable joven de la sonrisa triste”. Más desconcertado que nunca abrió la nota, con el raro presentimiento de que aquello iba dirigido a su persona.

“No te extrañes por como te he denominado. Tu sonrisa a pesar de ser constante, muestra tristeza. Por esa razón he devuelto tu gesto, porque en ella he visto marcarse tus males y desventuras, las mismas por las que un joven como tu regala sonrisas esperando recibirlas de vuelta. He de partir a un lugar en el que no podré devolverte la sonrisa que me ofrezcas. Donde ya a nadie le podré dar nada. Pero ya es hora de que esa sonrisa cambie y se convierta en esas lagrimas que no has dejado salir. Con afecto: el anciano de la quinta esquina. ”

Al terminar de leer, la sonrisa que dibujaban sus labios desapareció, se transformo en lágrimas saladas, no había saboreado desde aquel accidente hace meses atrás. Luego de unos minutos, hizo rodar su silla, a la cual había quedado condenado después de aquel fatídico accidente en donde lo había perdido todo. Mientras avanzaba hacia su trabajo, sintió que las lágrimas seguían escapándose, pero que poco a poco iba desahogando todo el dolor que poseía en su corazón, y comprendió que al fin podía esbozar una sonrisa que no transmitiera tristeza.

4 comentarios:

Aripiano dijo...

hey Dahi que quedado impactado, me encanto, la verdad es genial!!

Y aplicado a la realidad todos queremos ese aliento, esa motivacion que nos ayude a enfrentar nuestras penas por decirle asi.En el caso del joven el intentaba dar una sonrisa, pero eran mas las cosas que escondia detras de ella que las que expresaba!!

Dahi genial, me encanto!!!

Dahiana J. dijo...

thanks aris ^_^ que bueno que te haya gustado, y si asi era...era mas lo que escondia que lo que demostraba...

Joan Espino dijo...

Muy bueno Dahi, espero que esta nueva seccion logre tus objetivos de comunicar.

Un abrazo, y te motivo a seguir escribiendo!

Dahiana J. dijo...

seguir escribiendo, seguir escribiendo!!! sigamos escribiendo hasta que el cuerpo aguante!!!!!YEY!!!!!!!=P

nah, gracias por el apoyo y las correciones ^_^

Peace.