Diario, Viaje de Mochila: Santa Bárbara, Parte 2

martes, 29 de marzo de 2011

Luego de pasar por el cajero para surtirnos de nuestro limitado presupuesto, empezó la mayor odisea...encontrar una K. Es curiosos como siempre que esperas un concho específico, nunca pasa el que quieres...y si pasa, pasa lleno. Pero la "suerte del viajero" esta de nuestro lado, y una K que va totalmente vacía en sentido contrario, nota a estos cinco viajeros enmochilados y da la vuelta sin pensarlo dos veces.

El señor conductor hace los primeros 100 pesos del día, Pedro Martínez es su nombre, y está de vacaciones conchando, según nos cuenta el caballero. Tan bien le caimos, que sale de su ruta para dejarnos a tan sólo una esquina de la parada de la guagua.

Y claro, la suerte del viajero seguía de nuestro lado, no hicimos dar un paso, y alguien dijo: hay que comprar municiones, cuando una pequeña cafetería se levantaba justo frente a nosotros. Al reabastecer las mochilas, comprar servilletas y una funda de pan (los cuales puedes acabarte con una o dos mordidas), nos dirigimos a la gloriosa guagua, "La santiaguera", ubicamos los últimos asientos y esperamos a que se llenara.

Varias cosas ocurrieron durante la espera: primero, bautisamos a Juanito, el jugo de naranja 100% Rica de Lirme, quien se cayó parado, literalmente, se resbaló dio una vuelta y terminó de pie en el piso botandose apenas unas cuantas gotas del líquido naranja. Segundo, matamos al tiempo jugado parche...claro, unos sólo querían matar a otros, algunos no lograban salir de la meta y otros no dejaban de hacer barreras, yo, quien jugaba por jugar, terminé ganandoles a todos.

8:15 am finalmente la guagua se "llenó" y arrancó. Aproximadamente cuatro horas de caminoestaban por delante. Enciendo el Ipod y lo compartó con mi compañero de al lado, mientras los demás entablan conversaciones triviales de todo tema que se les ocurra. 30 minutos más tarde cruzamos justo en frente de la casa de mis padres y la mano cordial de mi madre nos saluda desde lejos. Pasamos San Francisco de Macorís, y extrañamente para mi, la guagua se detiene para hacer una parada técnica.

Descargamos los tanques y estiramos los brazos para seguir la trayectoría. Un gringo haciendole gracias a un bebé yuna joven llorando en silencia mientras escucha música, son algunas de las personas que nos acompañan. Luego de pasar aproximadamente 14 pueblos, fincas de arroz, la calle de los ricos, una carretera totalmente nueva, y más de un centenar de letreros, siempre con un hermoso cielo azul de guía, llegamos a Santa Bárbara. 12:25 del medio día marcaba el reloj, y sólo podíamos pensar en comida y en que el viaje apenas iniciaba.


Foto tomada por: Lirme Colón

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