La pasión que nos mueve.

Actualmente estoy trabajando en una empresa poco común en mi país.

Su cultura (parte esencial de mi trabajo) es única e irrepetible contrario a lo observado en las empresas o compañías a lo largo y ancho del territorio dominicano.

Durante el día se me ha asignado hacer un plan de “marketing interno” (y lo pongo en comillas porque no es precisamente eso, aunque no sé con qué nombre definirlo) donde la creatividad debe ser herramienta base. Para el mismo, salí de mi oficina y me senté en el cuarto de los muchachos (unos 8 programadores jóvenes y diferentes) en un bingbang con una pizarra apoyada en el piso a hacer una lluvia de ideas.

Mientras trabajaba con esto, salió la palabra “pasión” y se me ocurrió preguntarles a los chicos qué cosas les apasionaban.

Muchos fueron muy específicos al responder, cosas como la música, jugar vídeos juegos, la naturaleza, las mujeres, el alcohol, salir a acampar salieron a la luz, otros fueron menos específicos y otros simplemente dijeron no tener alguna pasión. Lo cual me llevó a reflexionar: será eso posible? que una persona no tenga pasión alguna? y si es así, cuál es el sentido de vivir?

Y se me ocurrió, que realmente eso de no tener alguna pasión es prácticamente imposible, y que más bien esa persona no quiso contestar a mi preguntar.

“Lo único que realmente nunca cambia en un hombre, es su pasión” me parece curioso que en estos días esa frase ha estado clavada en mi mente. Tanto así que sale a relucir todos los días en mi ambiente laboral, donde confirmo que cuando sientes pasión por las cosas que haces las cosas simplemente te salen mejor.

Muchos, como es mi caso particular, a veces solemos olvidarnos de aquella llama que hace arder nuestro corazón, duramos mucho sin tocar aquel instrumento que adoramos o sin ir a acampar, el día a día nos hace perdernos en lo claro. Pero sin lugar a dudas el anhelo de llegar a hacer aquello que nos llena es tambien parte de seguir nuestra pasión.