De respeto y otras sexualidades

viernes, 29 de octubre de 2010

En estos días he estado leyendo un libro, que a pesar de ubicarnos en la ciudad de New Jersey, Estados Unidos, más "dominicano" no podía ser. Lo interesante del relato es como contando la historia de un personaje en específico, enlaza la historia de un trujillato famoso y un régimen de terror. Más interesante aún es ver cómo coloca al hombre de mi país: un machista, mujeriego, que además bellaco es cuero.


La historia, entre simpatías, chistes y verdades, no deja de tener un contenido fuerte y hasta impactante. Y es que términos tan dominicanos como "le chupo una teta" o "se lo metió por el culo" sorprenden un poco a mitad de una lectura ligera y sencilla ganadora de un Pulitzer.


Pero en fin, a todo esto he notado como ciertas personas se expresan ante temas como la sexualidad y las mujeres, y me siento denigrada siempre que hombres (estudiantes, trabajadores, "buena gente", decentes y a veces hasta elegantes) de repente se refieren al género femenino como una cosa más que el Creador tiró al mundo porque sí.


Realmente no sé si es parte del código "XY" de sus genes, dónde mientras más sucias sean sus palabras para referirse a una mujer, mucho mejor. Expresiones como "querer rapar con una jeva" o "ganas de meterselo a alguien" sólo me hacen creer que dichas personas no poseen la capacidad intelectual suficiente como para ampliar su vocabulario prosaico y de mal gusto.


Estoy consciente que el sexo no es lo mismo para los hombres como para las mujeres, y que en muchos casos está sobrevalorado. Palabras como "acariciar", "tocar", "penetrar" no están de más en el diccionario. Y aunque quizás para ellos es todo lo mismo, ya sea con palabras bonitas o no, cada palabra cuenta... el sexo no es un juego, por ende no se debería hablar de él como tal.


Si usted joven caballero, adulto, adolescente... sólo le importa sentir cierto placer al "meterselo" a alguien, sin importar si provoca o no alguna emoción entonces permitame decirle que no pierda su tiempo cortejando a ciertas mujeres de buen vestir y cuerpos despampanantes... búsquese una muñeca sin emociones, que de seguro habrán muchas por ahí.


Piense cada vez que vaya a tener algún tipo de intimidad con alguien, porque quizás lo que eso signifique para usted, no es lo mismo que signifique para la otra persona. Y por favor, cuando hable con alguna señorita, dama o mujer, trate de limitar ciertas palabras...porque le aseguro que sin importar quien, puede ofenderse con sus palabras, porque a veces sin pensarlo están denigrando a un género que muchas veces lo dan todo por ustedes, ya sean sus madres, sus esposas, novias, hermanas o mejores amigas.

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