Evolución de las redes sociales, un movimiento que nos consume

viernes, 19 de noviembre de 2010

Es mucho lo que se ha comentado desde hace algunos meses para acá acerca de la influencia de medios tecnológicos entregados a la sociedad para que el pueblo, formado por personas con la oportunidad de acceder al internet puedan encontrar un espacio de "democracia".

Blogs, Twitter, Facebook, MySpace, Hi5 existen un sin fin de redes, parte de la Web 2.0 que en definitiva han cambiado totalmente el mundo, y la manera como éste es visto ante los ojos de los demás.

No es necesario incurrir en explicaciones técnicas y mucho menos de conocimiento común para todo aquel que tenga una pantalla frente a sus ojos acerca de lo positivo y negativo que tienen estas webs, que al fin y al cabo, no son más que eso, páginas del maravilloso mundo de la Internet conectadas entre sí para efectuar aquello que normalmente denominamos: comunicación.

Realmente no me había dedicado a escribir nada en cuanto esto, porque pienso que todo está dicho, sin embargo, ayer asistí a un seminario de la Cátedra UNESCO acerca de la influencia de estas nuevas tecnologías en el periodismo, y uno de los charlitas mencionó algo que me dejo pensativa: "no podemos amarrarnos a los medios de ahora, porque en unos años estos cambiaran o dejaran de existir."

Al paso despotricado que va todo esto, esa es la realidad, así como en el 2003 existían las famosas comunidades, y los foros, luego llegaron los blogs, y luego Hi5, Facebook y Twitter (estos últimos dominando actualmente) ¿quién recuerda las famosas comunidades para enviar mensajes, compartir textos y fotos? O aquellos foros de discusión sobre cualquier tema en específico tan visitados durante horas.

La verdad es que todo implica una evolución, y cuando nos referimos a estos avances, el cambio se da a velocidades descomunales. Llevándonos a nosotros los humanos, los usuarios a ir a pasos acelerados, empujándonos, sin siquiera darnos cuenta de hasta dónde nos pueden trasladar.

Porque aunque estemos listos o no, ya las redes tienen vida propia, y no es decisión de nosotros, sino de ellas lo que se puede y no, lo que se debe y no. Estamos envueltos en un vicio, que hemos convertido en necesidad, la misma de sentir que tenemos contacto con el mundo, con las personas, de que nos leen, nos tagguean, de hacernos sentir, eso que sin darnos cuenta nos consume.

Cuando los niños pasaban horas frente al televisor viendo sus programas preferidos, ahora son las computadoras, o los móviles con acceso a la red quienes absorben el tiempo libre, de ocio, de trabajo, de estudio, en fin...hasta de las relaciones amorosas.

Simplemente ya es una necesidad, lo hemos dejado que se convierta en eso, y ya perdimos el control.

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