Parte de ningún lugar

¿Ha sucedido que en alguna ocasión sientas que no perteneces a ningún lugar? Estoy casi segura de que así es.

Como jóvenes que somos o aquellos que fueron alguna vez, debieron de sentirse entre la espada y la pared. Entre el deber y el querer, entre un ideal y una realidad. La incomprensión por parte de nuestros allegados puede darse de manera tal que no entendamos por qué hemos de pertenecer a determinado grupo en la sociedad.

A veces nuestras ideas pueden llegar a ser muy grandes para las pequeñas mentes que nos rodean, o quizás muy pequeñas para las grandes mentes que están ahí.

No siempre es el color de la piel, o el estatus social y económico lo que diferencia a una persona de otra. Normalmente es lo que lleva en su interior, lo que puede sentir y pensar, lo que diga o lo que haga. Y cuando vemos que esas diferencias se acrecientan es igual a no pertenecer a algún sitio, a no ser parte de ningún lugar.

Quizás estemos equivocados, tal vez el vaso esta medio vacío y no medio lleno, puede ser que el cielo sea verde y no azul, o que el mundo este en lo cierto y seas un renegado, rebelde sin causa pasando por una etapa de "tonto adolescente". Pero ese es el costo de ser un punto sobre la i. Sino miremos a Galileo, Newton, Einstein y muchos grandes que en algún momento se sintieron incomprendidos o parte de ningún lugar, pero que triunfaron e hicieron grandes logros.

A veces, ser parte de ningún lugar no es tan malo, pero debemos procurar no mantener ese estado porque todo sabe mejor cuando se esta en casa en el lugar al cual se supone pertenecemos.